Los nostálgicos

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La incertidumbre política en la que se sumió la dictadura durante los primeros años de la década de los setenta no solo fue aprovechada por el antifranquismo. Los defensores de la dictadura también estructuraron nuevas organizaciones políticas como Falange Española de las JONS, heredera de la Falange fundada por José Antonio Primo de Rivera, o Fuerza Nueva, liderada por Blas Piñar. Ambas estructuras aspiraban a bloquear cualquier reforma democrática y mantener el sistema dictatorial tras la muerte de Franco. Para ello presentaron programas ideológicos que defendían la vigencia de los valores antidemocráticos, la violencia como arma política, e incluso el retorno a la autarquía instaurada en 1940. Su vinculación directa con grupos terroristas como los Guerrilleros de Cristo Rey o el Comando Adolfo Hitler desestabilizaron en numerosas ocasiones el proceso de transición a la democracia.

La relación de estas fuerzas políticas con las estructuras institucionales de la dictadura les valió el acceso y la colaboración de sus amplias redes de poder e influencia, lo que les ayudó a vertebrar pequeños núcleos por gran parte de las provincias españolas. En Albacete, Falange Española de las JONS tuvo representación desde fechas muy tempranas a través de los nostálgicos del primer franquismo. Sus líderes fueron Ricardo Fernández, presidente de la Caja Rural desde 1965, y Ángel Cuesta, ex delegado de Sindicatos de Albacete. Ambos tenían en común su avanzada edad y un potente historial de colaboración anterior con la dictadura. Mientras que Falange se organizó a través de veteranos falangistas, Fuerza Nueva se nutrió de jóvenes que no habían vivido la guerra civil, pero cuyos antecedentes familiares, en muchos casos, se encontraban cercanos a Falange. Entre ellos destacó Raúl Rodríguez, adolescente de la capital provincial. La diferencia de edad entre el núcleo de Falange y el de FN se evidenció también en la actividad de cada uno de los grupos. Los primeros se centraron en realizar actos propagandísticos por diferentes pueblos, aprovechando sus vínculos con el régimen. Mientras que la presencia pública de los segundos se caracterizó por su activismo en las calles. Reparto de propaganda y enfrentamientos con la izquierda radical fueron algunas de las acciones más comunes de FN. La ciudad de Albacete sufrió las consecuencias de la violencia de la extrema derecha provincial, pero también de algunos comandos nacionales. El ejemplo más claro fue el atentado en 1976 contra la Librería Popular, perpetrado por un comando nacional.

A diferencia de los grupos situados a la izquierda del PCE, la extrema derecha fue legal desde sus primeros momentos y sus actividades violentas e intimidatorias gozaron de la tolerancia, cuando no de la protección institucional. Ese distintivo, junto con su relación con la élite franquista provincial, les permitió estar presente en las primeras elecciones democráticas. Falange Española de las JONS se presentó liderada por los dos representantes provinciales más importantes. Ricardo Fernández, encabezó las listas para el Congreso y Ángel Cuesta las del Senado. Pese a que no realizaron un gran número de actos, los resultados electorales reflejaron la importancia que todavía tenía el franquismo en el mundo rural. En Albacete reunieron el 2,91% de los votos. Aunque se trató de unos resultados que no se tradujeron en representación parlamentaria, superaron con creces la media nacional (0,14%). Esa importancia todavía fue mayor en algunas localidades como Jorquera, donde consiguieron el 27,45% de los votos o El Ballestero, municipio que otorgó el 19,74% de los sufragios a Falange. Fuerza Nueva no presentó candidatura para las primeras elecciones democráticas, pero apoyaron la candidatura de Falange.

Tras los comicios, aparecieron algunos grupos más de extrema derecha en la provincia. La Falange Española de las JONS Auténtica o la Hermandad Provincial de Alférez Provisionales fueron algunos de ellos. Sin embargo, el protagonismo se mantuvo en las dos anteriores. FN se fue consolidando en el panorama ultraderechista de la provincia tal y como demostraron las elecciones municipales de 1979. En esos comicios concurrieron tanto Falange española de las JONS como FN, pero a diferencia de 1977, la fuerza liderada por Blas Piñar consiguió mejores resultados. En algunas localidades como La Roda tuvieron representación en los plenos municipales.

 

Bibliografía

MOLINA GARCÍA, S. La Transición que no fue. Los Proyectos Revolucionarios y Franquistas en la provincia de Albacete, 1975-1982. Albacete, Instituto de Estudios Albacetenses, 2017, pp. 77-95.

 

Palabras clave

Falange Española de las JONS, José Antonio Primo de Rivera, Fuerza Nueva, Blas Piñar, Guerrilleros de Cristo Rey, Comando Adolfo Hitler, Ricardo Fernández, Ángel Cuesta, Raúl Rodríguez, Congreso, Albacete, provincia de Albacete, Jorquera, El Ballestero, La Roda, Hermandad Provincial de Alférez