El Primero de Mayo de 1977: prohibido

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Aunque quedaba poco más de un mes para las primeras elecciones generales libres y democráticas desde febrero de 1936, el primero de mayo de 1977 fue prohibido en toda España a pesar del compromiso de los sindicatos para celebrar un acto pacífico y no politizado. Una actitud que, como bien se encargó de denunciar la prensa local, era algo que “sólo pueden rentabilizarlo sectores muy concretos de la derecha inmovilista, capitalizando de nuevo el miedo y las secuelas que la jornada pudiera dejar” por la provocación que suponía la prohibición para la clase trabajadora. En el caso de Albacete el encargado de ejecutar la prohibición fue su gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, Moisés Arrimadas Esteban, un antiguo falangista, delegado provincial del Ministerio de la Vivienda en Cádiz y primer gobernador de Adolfo Suárez en la provincia. A pesar de la prohibición gubernativa y la presencia policial, la festividad obrera de 1977 acabó celebrándose. Participaron entre 300 y 500 trabajadores, y hubo varios intentos de manifestación y asamblea abortados por cargas y detenciones policiales.

El primero de 1976, también prohibido, se celebró con una sentada pacífica en los alrededores de la plaza de toros, que fue disuelta violentamente por orden del gobernador civil Federico Gallo, y ejecutada por el comisario de policía Andrés Gómez Heras. La dispersión de los manifestantes trasladó a otros puntos de la ciudad los gestos de protesta, entre ellos los alrededores del campo de fútbol que, por ser sábado y día de partido, acabó uniendo a la protesta a parte del público asistente y multiplicando la violencia policial que, por vez primera, experimentaron muchos albacetenses. En la calle Arquitecto Vandelvira fueron detenidos el líder de CCOO, Juan Antonio Mata, y el de UGT, Joaquín Ramos, y puestos en libertad tras tomarles declaración.

Durante la transición, el gobierno mantuvo un control estricto y sin concesiones de la calle, sin cederla jamás a la ciudadanía. Por tanto y si bien suele explicarse este periodo como un proceso pacífico y consensuado, esta interpretación omite el carácter conflictivo y contencioso del proceso de democratización español más allá del consabido terrorismo.

Para normalización de este tipo de acciones favorecedoras de la convivencia democrática como es la celebración, la reclamación y la protesta colectiva en el espacio público, hubo que esperar al 5 de noviembre de 1977, fecha de la primera manifestación legal en Albacete promovida por las centrales sindicales.

 

Bibliografía

GÓMEZ-FLORES, A., Los años sombríos. Albacete durante el franquismo, Albacete: Editorial Altaban, 2015, pp. 397-398.

MOLINA GARCÍA, S., La Transición que no fue. Los Proyectos Revolucionarios y Franquistas en la provincia de Albacete, 1975-1982, Albacete: Instituto de Estudios Albacetenses, 2017, pp. 217-220.

ORTIZ HERAS, M. (coord.), La Transición se hizo en los pueblos. El caso de la provincia de Albacete, Madrid: Editorial Biblioteca Nueva, 2016, pp. 8-10.

 

Palabras clave

primero de mayo, prohibición, represión, transición, Moisés Arrimadas, plaza de toros, CCOO, Juan Antonio Mata, UGT, Joaquín Ramos, violencia, dictadura franquista