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Las segundas elecciones generales tras la muerte del dictador, y las primeras después de aprobarse la Constitución de 1978, se celebraron el 1 de marzo de 1979. La aprobación del texto constitucional obligaba a la disolución de la cámara constituyente y la configuración de una nueva regida ya por el nuevo marco legal. En estas elecciones participaron por primera vez como electores los mayores de 18 años, nueva mayoría de edad marcada por la Constitución.

Aquellas elecciones estuvieron marcadas por el acercamiento en escaños del Partido Socialista Obrero Español a la Unión de Centro Democrático, que de nuevo salió triunfante del envite. El electorado premió el liderazgo de Suárez durante el proceso de transformación política del país. El PSOE mejoró sus resultados como consecuencia de su recién recobrada unidad con el PSP, que facilitó la confluencia del voto socialista, y el asentamiento del liderazgo de Felipe González quien, a las pocas semanas, inició el proceso de moderación ideológica del PSOE.

A nivel nacional, UCD sacó el 34,84% de los votos emitidos (6,2 millones), quedando el PSOE en segundo lugar con un 30,40% (5,4 millones). La tercera plaza la ocupó el Partido Comunista de España con el 10,77% del sufragio (1,9 millones de votos). Hay que destacar el repunte de la abstención, pues un 32,57% de los españoles no fueron a votar, lo que supuso un 11,4% más que en las elecciones generales de 1977. La fatiga electoral, con 4 votaciones en tres años, pasó factura a los comicios.

En la provincia de Albacete, la unión entre el PSOE y el PSP significó para el partido un cierto impulso electoral con José Bono, del PSP, como cabeza de lista para el Congreso de los Diputados. En número de votos se produjo un empate técnico entre este el PSOE y UCD con 65.465 y 65.883 papeletas respectivamente. El PCE aumentó su considerablemente su base electoral, que pasó de 13.623 votos en 1977 a 20.945 en 1979, momento culmen de la formación (aumento del 53%). Coalición Democrática (Alianza Popular) perdió la mitad de los apoyos recibidos en las elecciones del 77, pasando de 16.005 a 8.224 papeletas. En estos resultados hay que tener en cuenta la abstención del 29,25% que tuvo la provincia, una de las más altas en el camino democrático albacetense.

Por municipios, en los menores de 250 habitantes el PSOE creció considerablemente gracias a la influencia que tenía el PSP en los mismos, pasando del 20,05% al 39,93% del voto emitido. De igual manera mejoró el número de apoyos en los municipios que oscilan entre 251 y 1.000 vecinos, porcentaje que varía del 20,01% al 36,16%. Aumentó también en los siguientes tramos: del 29,03% al 38,60 % en los municipios de 1.001 a 2.000 habitantes; del 31,54% al 39,21% en las localidades comprendidas entre los 2.001 y 5.000 personas, y del 29% al 39% en pueblos de hasta 10.000 habitantes. En los núcleos con población superior a los diez mil vecinos, el crecimiento socialista se ralentiza y es menor: en Villarrobledo y Hellín pasaron del 31,38% al 37,55%. No obstante, en el feudo socialista almanseño hubo un 20% de diferencia entre el PSOE y la UCD, habiendo recabado el PSOE el 43,55% y el partido centrista el 23,28% de los votos emitidos. En la ciudad de Albacete el voto socialista retrocedió respecto a 1977, obteniendo un 37% de apoyo.

Por su parte la UCD siguió siendo mayoritaria en las zonas rurales y de sierra, mientras que Coalición Democrática solo logró mejorar sus resultados en la capital provincial. El PCE fue uno de los triunfadores de la jornada y la formación que más creció porcentualmente: duplica los votos en Albacete (del 7,82% al 13,44%), haciendo lo propio en los municipios con más de 20.000 habitantes (6,35% a 12,33%) y entre 10.000 y 20.000 personas (del 6,03% al 9,22%). No obstante, se hundió en los núcleos con menor población, pasando del 11,11% al 4,94% de apoyo recibido. Finalmente, la extrema derecha, representada por Unión Nacional (Fuerza Nueva), sacó unos residuales 3.753 votos en toda la provincia; de los 86 municipios solo en Abengibre, Motilleja, Povedilla y Viveros obtuvieron más del 8% de los votos válidos. Casi un tercio de los votos que nuestra provincia otorgó a los nostálgicos de la dictadura los aportó la capital, con 1.188 papeletas (un 1,64% de los votos emitidos). Sin embargo, estos datos contrastan con los resultados históricos de la formación a nivel nacional que impulsó a Blas Piñar a ser elegido diputado por Madrid.

Los candidatos electos por la provincia de Albacete en las segundas elecciones generales democráticas de marzo de 1979 fueron los siguientes:

Congreso de los Diputados. Por UCD: José Luis Moreno García y Juana Arce Molina. Por el PSOE: José Bono Martínez y Antonio Peinado Moreno.

Senado. Por UCD: José Herreros Arcas y Francisco Ruiz Risueño. Por el PSOE: Juan Francisco Delgado Ruiz y Andrés José Picazo González.

 

Bibliografía

IZQUIERDO COLLADO, J. D. Las elecciones de la Transición en Castilla-La Mancha. Albacete: Instituto de Estudios Albacetenses, 1984, vol. 1, tomo 1: 1976-79, pp. 251-348.

 

Palabras clave

elecciones democráticas, resultados electorales, provincia de Albacete, Abengibre, Albacete, Almansa, Hellín, Motilleja, Povedilla, Villarrobledo, Viveros

 

Fotografías

Datos de localización

Congreso de los Diputados, Carrer de S. Jerónimo, Madrid, España

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