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CONTENIDO

Durante la primavera de 1976 algunos concejales del ayuntamiento franquista de Albacete, entre los que se encontraban Juan Ramírez, Damián Ferrándiz o quien acabó siendo el último alcalde de la dictadura, Abelardo Sánchez, promovieron un grupo político independiente desde el Ayuntamiento para trabajar por la transformación de la ciudad y la provincia denominado Alianza Democrática Albacetense (ADA). El origen de ADA se encuentra en el conocido como “grupo de los ocho”, formado por concejales críticos ante los modos y turbios manejos del alcalde Gonzalo Botija, predecesor de Ramón Bello Bañón.

La vocación inicial de ADA ni siquiera fue la de conformarse como un partido o una organización política al uso, y de hecho tampoco desarrolló un programa ideológico uniforme. Se denominaron “una empresa colectiva” y plural conformada por hombres cuyo único nexo era su vocación democrática y su deseo de ampliar el horizonte de libertad en la provincia de Albacete. Bajo esta premisa tan amplia ADA albergó a personalidades con procedencias políticas heterogéneas.

Básicamente entendían la democracia como la negación del propio franquismo, la antítesis de la dictadura. Lo que ADA pretendió fundamentalmente fue concienciar a la población albaceteña de que la democracia era necesaria, de la importancia que tenía la cultura y de denunciar la corrupción y las actitudes autoritarias. Poco a poco, fue aglutinando a más personas que no estaban relacionadas con el ayuntamiento, como Joaquín Íñiguez, un conocido abogado de la ciudad, Miguel Ángel Mateos, catedrático de Historia y director del Instituto Andrés de Vandelvira, o Manuel González de la Aleja, uno de los escritores albacetenses más conocidos del momento. Sus profesiones liberales y su formación intelectual dotaban al grupo de cierto prestigio en Albacete. Pese a no tener una sede oficial en la ciudad, sus reuniones tenían lugar en la calle Alcalde Conangla, concretamente en la cafetería Rex que actualmente sigue existiendo.

Lo que diferencia a ADA del resto de agrupaciones políticas que se estaban creando en ese momento es que sus propuestas se centraban esencialmente en la mejora del ambiente y la cultura política local. Promovían la idea de que la democracia sería el remedio a buena parte de los problemas de la sociedad albaceteña. Sin embargo, al poco tiempo la formación tuvo que adaptarse a la nueva situación política competitiva para intentar garantizar su supervivencia. En sus orígenes en la primavera de 1976 ADA estaba llamada a ocupar el espectro del centro político. Sin los socialistas en escena, dejaba a comunistas y nostálgicos a su izquierda y su derecha. Pero ese panorama político tan simple se complicó extremadamente y ADA se vio obligada a buscar aliados. De esta manera crearon una comisión negociadora formada por Damián Ferrándiz, Juan Ramírez y Miguel Ángel Mateos, quienes se inclinaron por un pacto con el Partido Socialista Popular (PSP) liderado por José Bono y Juan de Dios Izquierdo. Finalmente, en abril de 1977, tuvo lugar el pacto entre ADA, PSP y la Federación Democrática Cristiana (FDC) que conformó la inédita candidatura de Centro Izquierda de Albacete (CIA). Esta unión provocó que los miembros de ADA pertenecientes a su facción más conservadora abandonasen la agrupación, como Abelardo Sánchez, Ubaldo Rodrigo o Arturo Fernández. Sin embargo, el pacto con el PSP permitió situar como tercer cabeza de lista para el Congreso a uno de los representantes más importantes de ADA, Damián Ferrándiz, tras José Bono y José Fernández Llamas. En el caso del Senado, ADA presentó unas listas independientes con Joaquín Iñiguez y Juan Ramírez por ADA, y Restituto Madrona por la Federación de la Democracia Cristiana (FDC). El enfoque de la campaña de las elecciones de 1977 también fue diferente, mientras el candidato al Congreso, Ferrándiz, realizó una campaña más ideológica y próxima a los socialistas, los candidatos del Senado se centraban en temas locales, como la promoción del Ateneo o la importancia de una Universidad para la ciudad de Albacete.

Los resultados obtenidos por la coalición de Centro Izquierda de Albacete, en la que figuraba ADA, no fueron los esperados. En el Congreso el fracaso fue rotundo, apenas superaron el 7% de los votos en toda la provincia. En el Senado, por el contrario, y pese a no lograr representación, sí que tuvieron un importante respaldo social y Joaquín Iñiguez obtuvo 33.248 votos, quedando en quinto lugar, seguido de Juan Ramírez con 32.747 votos; en ese envite solo fueron superados por los candidatos de UCD y PSOE.

Pasadas estas primeras elecciones, los partidos nacionales lograron asentarse en la mayoría de los municipios y ocuparon gran parte del terreno político y electoral. Progresivamente, ADA dejó de tener presencia y sentido como formación y su importancia fue disminuyendo hasta caer en el olvido. Por el contrario, buena parte de sus líderes acabarían integrándose en otras agrupaciones políticas. Damián Ferrándiz, Joaquín Íñiguez y Juan Ramírez entraron en el PSP en un primer momento, para acabar en el PSOE tras su confluencia en 1978.

 

Bibliografía

MOLINA GARCÍA, S. La construcción de la democracia. Activismo político de la UCD y del PSOE durante la transición en la provincia de Albacete, 1976-1982, Albacete: Altaban, 2017, pp. 29-43..

 

Palabras clave

Acción Democrática Albacetense, ADA, Ayuntamiento, Juan Ramírez, Damián Ferrándiz, Abelardo Sánchez, Joaquín Íñiguez, Miguel Ángel Mateos, Manuel González de la Aleja, PSP, Partido Socialista Popular, Federación Democrática Cristiana, FDC, Centro Izquierda de Albacete, CIA

 

Fotografías

Propiedades
Datos de localización

Calle Alcalde Conangla, 2, Albacete, España

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