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CONTENIDO

La arbitrariedad y mala praxis política como características propias de la dictadura franquista, fueron también corrientes en el resto del país. En el caso de la capital albaceteña la política estuvo atravesada gravemente por la corrupción y el olvido de la ley. Bajo la opacidad implícita al quehacer político de esta época, proliferó la corrupción urbanística en la ciudad de Albacete a partir de los años sesenta: la ley de suelo de 1956 era papel mojado para las autoridades locales, permitiendo que las empresas constructoras, afines a sus intereses personales, se lucraran con edificaciones ilegales. Frente a la irregularidad y la falta de transparencia floreció un sector dentro del Ayuntamiento que buscó terminar con la corrupción vinculada a la sumisión jerárquica a la alcaldía y al gobernador. El agónico tramo final de la dictadura impulsó a este colectivo, estableciéndose la dicotomía entre continuistas y aperturistas en el seno de la corporación. Mientras que los primeros querían mantener las esencias y herencias de la tradición política franquista, los segundos, no siendo antifranquistas, pretendían dinamizar e impulsar una relación más directa y transparente entre la administración local y la ciudadanía.

Dentro de los sectores del “bunker” albaceteño se encontraban próceres del régimen que, con la proliferación de los partidos políticos en 1977, buscaron reciclarse. Tales fueron los casos de José Luis Molina Moreno, ex-vicepresidente de la Diputación, y del ex-alcalde Gonzalo Botija Cabo. Ambos formaron parte del partido creado por el Ministro franquista Manuel Fraga, Alianza Popular. Entre los aperturistas de la corporación municipal destacamos a Damián Ferrándiz y a Juan Ramírez quienes, tras su acercamiento al Partido Socialista Popular y a los democristianos en 1977, terminaron engrosando las filas del PSOE. Entre los dos bloques encontramos a los afines a Suarez, como Francisco Ballesteros, que orbitaron en torno a la UCD. Destacado papel tuvo Abelardo Sánchez quien, procedente de las filas del falangismo aperturista que abanderaba Martín Villa, fue alcalde en 1978, recalando en el Partido Popular en los años ochenta y afiliándose a UGT en 1988.

 

Bibliografía

MARTÍN GARCÍA, O. Albacete en transición. El ayuntamiento y el cambio político, 1970-1979. Albacete, Instituto de Estudios Albacetenses, 2006, pp. 150-162.

 

Palabras clave

Albacete, Ayuntamiento de Albacete, política municipal, Transición, aperturismo, continuismo, Partido Socialista Popular, Partido Socialista Obrero Español, Alianza Popular, Partido Popular, Unión de Centro Democrático, José Luis Molina Moreno, Gonzalo Botija Cabo, Francisco Ballesteros, Abelardo Sánchez Moreno

 

Fotografías

Datos de localización

Plaza Altozano, s/n, 02001 Albacete, España

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