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CONTENIDO

Herminio Almendros nació en Almansa en 1898. Hijo de familia humilde, consiguió cursar los estudios de Bachiller en la ciudad de Albacete en 1912. En 1914 continuó su aprendizaje en la Escuela Normal de Alicante. Obtuvo su título en 1918, año en que fue llamado al servicio militar. Después de tres años como soldado en el norte de África, ingresó en la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio en Madrid. En 1928 fue nombrado inspector de enseñanza en Cataluña, consiguiendo una plaza en la Universidad de Barcelona. La llegada de la República trajo insufló aires de renovación al anquilosado sistema educativo; entusiasmado, Almendros colaboró activamente con la Generalitat en este ámbito. Fue director, junto a Alejandro Casona, de una de las Misiones Pedagógicas que tuvieron como principal objetivo llevar la cultura a las zonas rurales. Su vinculación con la República hizo que tuviera que cruzar los Pirineos en enero de 1939, cuando la batalla por Cataluña se tornó en derrota. En Francia fue ocultado y acogido por su amigo y pedagogo Célestin Freinet, quien influyó en la concepción educativa de Almendros a través del “materialismo escolar”. Pasaron meses hasta que, por iniciativa de Casona, viajó a Cuba, llegando a La Habana el 28 de mayo a bordo del Flandre. La llegada de intelectuales españoles a la isla hizo que muchos profesores universitarios formaran el llamado Frente Cubano, que se oponía a la presencia docente de españoles en las aulas. Por ese motivo, Almendros se dedicó a la enseñanza en la Educación Primaria durante sus primeros años de exilio. Su buena labor como docente llamó la atención del Gobierno cubano, quien en 1949 le nombró asesor del Ministerio de Educación, cargo que ocuparía hasta su destitución en 1952 como consecuencia del triunfo del golpe de Estado de Batista. Su consolidación en Cuba llegó con el gobierno revolucionario castrista: en marzo de 1959 fue nombrado director general de Educación Rural, plataforma que le impulsó para trabajar en la UNESCO. Su gran creación fue el diseño de la ciudad escolar Camilo Cienfuegos, capaz de albergar a veinte mil alumnos que se educaban bajo los principios freinetianos. Fue director de la ciudad escolar hasta que dimitió de su cargo cuando Cuba entró en la órbita soviética, momento en el que su modelo pedagógico fue sustituido por el estalinista.

Almendros murió exiliado en Cuba el 13 de octubre de 1974. Por su gran aporte intelectual al sector de la enseñanza, y por ser uno de sus hijos ilustres, Almansa bautizó un Instituto de Educación Secundaria en su memoria.

 

Bibliografía

GOMEZ-FLORES, A. Los años sombríos. Albacete durante el franquismo. Albacete, Altabán, 2015, pp. 45-51.

DÍAZ, J. A. (Coord.) Castellanos sin Mancha. Exiliados castellano-manchegos tras la guerra civil. Madrid, Celeste Ediciones, 1999, pp. 53-66.

 

Palabras clave

Herminio Almendros Ibáñez, Almansa, exiliados, pedagogo, profesor, misiones pedagógicas, Cuba, Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos

 

Fotografías

Datos de localización

Calle Blasco Ibáñez, 26, 02640 Almansa, Albacete, España

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